LA FRONTERA DEL MACIZO CENTRAL, ENCRUCIJADA DE PAISAJES

La senda de la Rubía comienza en el Puerto del Pico (1.391m), límite natural entre el Macizo Central de la Sierra de Gredos y el Macizo Oriental.
El Puerto del Pico es, a la vez, divisoria y mirador. Divisoria entre la Meseta Norte y la Meseta Sur; entre la cuenca del Alberche y la del Tiétar. Mirador a los cuatro puntos cardinales. Al este el soberbio pico del  Torozo, reto para escaladores y comienzo del Macizo Oriental. Al oeste, en la dirección de la senda, aparecen algunas de las cumbres señeras del Macizo Central de Gredos, como La Mira. Al norte la cuenca del Alberche, de suaves y onduladas formas, con el telón de fondo de las Sierras de la Paramera y la Serrota. Para terminar, al sur, a nuestros pies, donde se sitúa el hermoso Barranco de las Cinco Villas, abierto hacia el Valle del Tietar. Por su altura, su orientación a solana y a la entrada de los vientos húmedos del oeste, el Barranco de las Cinco Villas es un verdadero oasis de vegetación. En este valle crecen y prosperan olivos, frutales, viñedos, castaños, quejigares, pinares… Todo un paisaje de exuberantes campos que contrasta con el carácter agreste y frío de las grandes alturas de la Sierra de Gredos.

UN CAMINO HACIA CUMBRES SEÑERAS

El camino se inicia con una suave y constante ascensión, discurriendo bajo el dominio de los picos de La Casa y La Fría, con la referencia constante de la ladera sur de Gredos y el pico de La Mira en el horizonte, hacia el oeste. Tras esta subida se alcanza, en la cota 1600, la pradera de la Rubía, que da nombre a la senda. Un agradable lugar en el que se encuentran un antiguo chozo usado años atrás por los pastores y una fuente de agua fresca para reponer las fuerzas y continuar el camino, manteniéndonos durante un tramo en una altitud semejante a media ladera, casi sin ascender más. El recorrido discurre por piornales, cervunales y praderas cuya uniformidad se rompe con las peculiares formas de algunos ejemplares de pino silvestre. Llegamos, tras  una suave bajada, al Cerro de las Campana, donde se encuentra el refugio del mismo nombre.

DESCENSO AL COLLADO DE LA CENTENERA
Desde el refugio de las Campanas, frente a algunas de las siluetas más características de las cumbres de Gredos, iniciamos el descenso, en algunos trechos con pendiente acusada y pasamos por los lugares denominados; Alto de las Campanas y después Bajo de las Campanas. Zigzagueando atravesamos piornales y rodales de pinos, entre los que destacan la silueta de algunos ejemplares aislados de pino laricio (Pinus nigra) que son los supervivientes aislados de formaciones vegetales no muy antiguas. Más adelante entramos en el dominio del pinar de pino resinero y tras descennder por los parajes llamados Camino del Puerto y La Centenera llegamos hasta el Alto o Collado de la Centenera (1382m) final de trayecto y donde se encuentra la pista forestal que da acceso a esta zona, desde el pueblo de El Arenal o la carretera del Puerto del Pico, en Cuevas del Valle.